الثلاثاء

1446-12-14

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2025-6-10

En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso

Carta abierta a Su Santidad el Papa Francisco sobre el genocidio en Gaza y Palestina.

 

A Su Santidad el Papa Francisco, Obispo de Roma y líder espiritual de la Iglesia Católica,

Saludos de paz, tranquilidad y bondad a todo ser humano inocente de este universo, y

Me permito enviar este mensaje a S.S. en relación con la masacre y el castigo colectivo practicados por la ocupación israelí y sus partidarios contra el pueblo de Palestina y Gaza, esperando que sean escuchados por S.S., que tenga un buen impacto en su alma y contribuya a poner fin al sufrimiento humano en Palestina, ya que el motivo de esta carta no es otro que un motivo humanitario, moral y de cercanía al Creador.

Su Santidad, en el momento en que escribo esta carta, los valores, principios y enseñanzas de Jesucristo, la paz sea con él, están siendo deshonrados en una de las tierras más amada por él, cuna de las leyes celestiales, Palestina, a manos del ejército de ocupación israelí y sus aliados, que utilizan todo tipo de armas, practican los niveles más extremos de brutalidad y asesinato contra los oprimidos,  se deleitan bombardeando a niños, mujeres, ancianos y jóvenes inocentes, asedian a civiles indefensos, los matan de hambre e impiden que lleguen medicinas, agua, alimentos y electricidad a la ciudad de Gaza.

Su Santidad, es una sorpresa que esto haya ocurrido con el apoyo y la bendición de países “cristianos” occidentales, como Estados Unidos de América, Gran Bretaña, Italia, Francia y Alemania, países cuyas constituciones representan altos valores humanos y que adoptan el referente moral, emocional y espiritual “cristiano”. No solo no se contentaron con permanecer en silencio ante las horrendas masacres contra civiles, sino que sacrificaron sus vidas, armas y dinero, y brindaron todo tipo de apoyo político, de inteligencia y logístico en beneficio de esta injusta agresión, participando en esta tragedia humana que se desvía de la senda de Dios y contradice el enfoque de los líderes de la civilización humana, incluidos los dos profetas de Dios, Abraham y Moisés ,la paz sea con ellos, quienes afirmaron según se recoge en las palabras de nuestro Señor, el Clemente y el Misericordioso, Creador del Universo y de la Humanidad, en Su sagrado libro , el Corán, «Acaso no fue informado de lo que contenía la Revelación que recibió Moisés y de la de Abraham que cumplió fielmente, que nadie cargaría con la carga  de otros, que el hombre sólo será sancionado con arreglo a su propio esfuerzo, que se verá el resultado de su esfuerzo, el cual será, luego, retribuido generosamente, (el Día de la Resurrección)...» (53:36-41).

En todos los mensajes celestiales auténticos y en las predicaciones de los mensajeros y profetas como los llevados por Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad, la paz y las bendiciones sean con todos ellos, la vida se basaba en la justicia y la paz, de modo que ningún alma debería soportar la carga de otra. Entonces, ¿Cómo se puede practicar este castigo colectivo, estas horrendas masacres y este crimen sionista, cuyo resultado es un número de muertos que hasta el momento de redactar esta carta, ha alcanzado los 4.700 civiles inocentes (1.873 niños, 1.023 mujeres, 187 ancianos y decenas de personas sepultadas bajo los escombros) en Gaza, en medio de la ignorancia y el silencio de la mayoría de los líderes instituciones occidentales, centros religiosos y eclesiásticos, medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos, ¡como si los palestinos que murieron no fueran seres humanos!?.

Su Santidad, seguimos su llamada a abrir corredores humanitarios para ayudar a los asediados en la Franja de Gaza y seguimos las declaraciones del Secretario de Estado, Su Excelencia Monseñor Pietro Parolin, cuando dijo en una entrevista con los medios vaticanos:«¡La prioridad del Vaticano es lograr la liberación de los rehenes en poder de Hamás y está dispuesto a cualquier mediación que sea necesaria!» y añadió «¡El ataque lanzado por Hamás es inhumano!» y también dijo que «¡Incluso la legítima defensa debe respetar los estándares de proporcionalidad!». También escuchamos las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de ocupación israelí, Eli Cohen, cuando dijo «: Se espera que el Vaticano se preocupe más por el sufrimiento israelí...». Nos sorprende que la prioridad de la dirección del Vaticano sea la liberación de los rehenes y no dé ni la más mínima idea sobre la necesidad de poner fin a las matanzas de civiles practicadas por el ejército israelí. ¿Es el sufrimiento de los muertos, los heridos, los desplazados y los hambrientos, y las tragedias de muchas familias, algunas de las cuales fueron completamente aniquiladas, ¡igual al sufrimiento de los rehenes israelíes!?.

Entonces, ¿Sus declaraciones en los medios y sus tímidas posiciones pondrán fin al sufrimiento humano y a los horribles crímenes en Gaza y Palestina? ¿Son suficientes para responder a la agresión de Israel, que durante décadas de ocupación de Palestina acosó deliberadamente a cristianos y musulmanes y profanó sus Santos Lugares? ¿Ignora Su Santidad las repetidas medidas racistas sionistas contra los peregrinos cristianos que llegan a Jerusalén, impidiéndoles en más de una ocasión, llegar a la iglesia del Santo Sepulcro para realizar sus oraciones y rituales religiosos en el Sábado Santo o Sábado de Gloria y sus ataques a las iglesias cristianas históricas en Jerusalén, Belén, Nazaret y Hebrón, como los ataques contra la iglesia del Santo Sepulcro, la Basílica de la Natividad o la Basílica de la Anunciación, además de los ataques de los colonos a los muros de la iglesia armenia en la ciudad de Jerusalén, escribiendo frases pidiendo la muerte de árabes, armenios y cristianos, y que Jerusalén pertenece sólo a los judíos?.

¿Es posible contentarse solamente con condenar que los colonos judíos escupan al clero cristiano en Jerusalén, acto cuya frecuencia ha aumentado y se ha convertido en un hábito diario bajo los auspicios de las fuerzas de ocupación y sin ninguna protección para los cristianos? ¿Hay mayores pruebas que los brutales ataques contra Gaza en los que la maquinaria israelí destruyó el Hospital Bautista de la Iglesia Episcopal y la Iglesia Ortodoxa Griega de San Porfirio en Gaza? La ocupación también destruyó en su actual forma de brutales ataques treinta y una mezquitas musulmanas, de las cuales veintiséis quedaron completamente destruidas... Entonces, ¿¡Cómo pueden bastar estas declaraciones por sí solas para poner fin a lo que está sucediendo, cuando quien las lea atentamente verá que equiparan a la víctima con el verdugo, ignorando al mismo tiempo decenas de violaciones y crímenes cometidos por el ocupante israelí contra la población musulmana y cristiana de Palestina desde el comienzo de la ocupación de Palestina en el año 1948!?

Su Santidad, ¿Cuál es el pecado de los niños y los ancianos para recibir este castigo colectivo “injusto”, que viola los derechos humanos, el derecho internacional y las leyes celestiales? Estas acciones agresivas confirman el doble rasero de los países occidentales para con los derechos de las personas a la libertad, la vida y tener una vida digna, y ofenden a la civilización occidental y los elevados valores de nuestro Señor Jesucristo, la paz sea con él. Sí, frente a este desafío civilizacional y moral, la voz de Su Santidad debe alzarse negando, denunciando esta agresión, exponiendo estos crímenes y poniéndose del lado de las personas sin importar su color, raza o creencia, ya que esto es lo que dicta su “ honestidad espiritual” histórica en la promoción del concepto de paz, de justicia y de apoyo a los oprimidos, frente a quienes distorsionan la imagen del hombre,  su cultura y su papel, con las peores formas de criminalidad, discriminación y apartheid.

Su Santidad, el camino de todos los profetas y mensajeros, comenzando con Adán, la paz sea con él, y pasando por Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Aarón, David, Salomón, Zacarías, Juan, Jesús y Muhammad, que las mejores oraciones y la paz sean con ellos, es rechazar esta injusticia, y ponerse del lado de los valores de la Humanidad en su sentido más elevado de libertad, justicia, dignidad, derechos humanos, conservar sus bienes y territorios, su sangre y su linaje... etc. ¿Su discurso y su voz alcanzan el nivel para detener la injusticia y proteger a los oprimidos de esta injusticia y castigo colectivo?

Su Santidad, sobre la historia de la Humanidad, que Dios Altísimo ha preservado en el Sagrado Corán y en Sus libros celestiales, el Todopoderoso nos explica claramente en un relato, que cuando uno de los hijos de Adán mató a su hermano y después se arrepintió, sufrió la ira de Dios. Matarse unos a otros es parte de la corrupción en la vida terrenal, lo que contradice el camino de Cristo, la paz sea con él, y el del Islam, como dicen las palabras del Todopoderoso: «¡Y cuéntales la historia auténtica de los dos hijos de Adán, cuando ofrecieron una oblación y se le aceptó a uno, pero al otro no! Dijo: «¡He de matarte!». Dijo: “Dios sólo acepta de los que Le temen. Y si tú pones la mano en mí para matarme, yo no voy a ponerla en ti para matarte, porque temo a Dios, Señor del universo. Quiero que cargues con tu pecado contra mí y otros pecados y seas así de los moradores del Fuego. Ésa es la retribución de los impíos”. Entonces, su alma le instigó a que matara a su hermano y le mató, pasando a ser de los que pierden. Dios envió un cuervo, que escarbó la tierra para mostrarle cómo esconder el cadáver de su hermano. Dijo: “¡Ay de mí! ¿Es que no soy capaz de imitar a este cuervo y esconder el cadáver de mi hermano?”. Y pasó a ser de los arrepentidos. Por esta razón, prescribimos a los Hijos de Israel que quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la Tierra, fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad. Nuestros enviados vinieron a ellos con las pruebas claras, pero, a pesar de ellas, muchos cometieron excesos en la Tierra.» (5:27-31).

Dios Todopoderoso en Sus Libros Sagrados nos deja claro que quien mata a una persona que no hubiera matado a nadie o por la corrupción en la Tierra, es como si matara a toda la Humanidad. Entonces, ¿¡Qué pasa con el que mata a miles de mujeres, niño, ancianos inocentes e indefensos en Gaza, Palestina y otros lugares, sin tregua ni piedad, bajo la atenta mirada de los demás humanos y de quienes llevan el mensaje de paz por todo el mundo, ¿con Su Santidad a la cabeza?

Su Santidad, su persona es un modelo a seguir en cualidades espirituales, principios humanitarios y mensaje de civilización para muchos cristianos en el mundo, especialmente en las sociedades occidentales. Su silencio, o hablar tímidamente sobre las masacres, las campañas de desplazamiento y la limpieza étnica que están teniendo lugar en Palestina, da una percepción opuesta del significado de la paz que piden los hombres de religión cristianos en Occidente en sus celebraciones y oraciones, y si creen que ésta es una guerra justa, entonces eso es una tragedia en sí mismo y no creo que haya nada en los textos  cristianos o en los mensajes del Cielo que legitime matar o castigar  excepto por derecho.

Su Santidad, somos una nación que pertenece a una fe a la que no le gusta la injusticia o la agresión contra un ser humano, independientemente de su cultura, creencia, religión o etnia. Pertenecemos a una civilización que cree en la paz, la hermandad, el amor humano, la tolerancia y la coexistencia pacífica. No citaré los muchos ejemplos de nuestra historia islámica referentes a su pensamiento humanista bien arraigado, excepto en el contexto de la primera conquista de Jerusalén y Palestina en los días del califa Omar Ibn Al Khattab, que Dios esté complacido con él, cuando dio los más maravillosos ejemplos de tolerancia religiosa y hermandad humana, al reunirse allí con los cristianos en un encuentro seguro y con un compromiso de coexistencia, amor y compasión. En el Pacto de Jerusalén, estipuló dar seguridad al pueblo, para ellos mismos, sus bienes, sus iglesias, sus cruces, sus enfermos y sanos y a todos los de su religión, que sus iglesias no serán habitadas por musulmanes y no serán destruidas, ni ellas, ni la tierra en la que se encuentran, ni su cruz, ni su propiedad serán dañadas. No serán convertidos a la fuerza. Ningún judío vivirá con ellos en Jerusalén (a petición de los cristianos). De esta forma, el Comendador de los Fieles puso su empeño en sentar la base de la libertad de creencia en la sociedad durante la época del poder musulmán.

Somos una nación que pertenece a la cultura del perdón, el perdón y la benevolencia en numerosas etapas de su historia, como el sultán Al Nasser Salahuddin Al Ayyubi, Saladino, que Dios tenga misericordia de él, quien dio los más maravillosos ejemplos de moral y tolerancia hacia sus enemigos cruzados al liberar Jerusalén, dando fe de ello un testigo cristiano que testificó alabando la moral de los conquistadores musulmanes de Jerusalén. El historiador estadounidense James Weston dice al respecto «Así, los soldados de Saladino se comportaron de manera ejemplar en su ocupación de Jerusalén en el año 1187 d.C. Saladino se comprometió a no vengarse de lo que hicieron los cruzados en la primera guerra en el año 1099 d.C. Por su protección de la Iglesia del Santo Sepulcro y otros lugares cristianos” muchos recordarán su tolerancia hacia las personas de otras religiones y hacia los lugares santos de la religión cristiana. Parece que sus acciones fueron consideradas un acto de conocimiento y un ejemplo de cómo llevar a cabo un comportamiento justo para con sus enemigos, seguirá siendo famoso para siempre por su bondad, tolerancia y sabiduría y parece que sus acciones fueron consideradas una bandera y un modelo a seguir».

Así lo vio el historiador y filósofo francés Stephen Runciman «...los musulmanes victoriosos eran famosos por su integridad y humanidad. Mientras que los francos, durante ochenta y ocho años, se hundían en la sangre de sus víctimas, con Saladino ninguna casa fue saqueada ni nadie sufrió daño alguno, pues los agentes que velaban por la seguridad por orden de Saladino comenzaron a recorrer las calles y las casas, impidiendo cualquier ataque a los cristianos.»

El historiador francés René Grousset dijo literalmente: «A diferencia de los cruzados, Saladino cumplió sus promesas con una lealtad, con un sentimiento de humanidad y con saber hacer caballeresco que despertó la admiración de los historiadores latinos que relataron los acontecimientos de ese período.». Groset continuó diciendo: «Algunos fanáticos pidieron a Saladino que derribara los templos cristianos y destruyera la Iglesia del Santo Sepulcro con el objetivo de impedir las peregrinaciones de los cristianos que creen en la Santísima Trinidad.  Él los detuvo con una palabra: «¿Para qué arrasar y destruir, cuando el fin de su adoración es el lugar de la Cruz y del Sepulcro y no el edificio exterior?. Y aunque los edificios fueran arrasados, los diversos grupos cristianos no cejarían en el empeño de llegar a esos lugares. Hagamos, pues, como hizo el califa Omar, que conservó estos edificios cuando conquistó Jerusalén en los primeros años del Islam». Grousset lo comenta diciendo: “Todo lo que poseía este gran Sultán en cuanto a libertad de opinión y de creencias queda resaltado en esta hermosa frase”.

Su Santidad, creemos que nuestra defensa de los oprimidos, ya sean musulmanes u otros seres humanos, es una forma de acercarnos al Creador del universo, Gloria a Él, que se identificó con Su más bellos nombres y atributos sublimes, pues dijo: «Es Dios, no hay más dios que Él, el Conocedor de lo oculto y de lo patente. Es el Compasivo, el Misericordioso. Es Dios, no hay más dios que Él, el Rey, el Santísimo, la Paz, Quien da Seguridad, el Custodio, el Poderoso, el Fuerte, el Sumo. ¡Gloria a Dios! ¡Está por encima de lo que Le asocian! Es Dios, el Creador, el Hacedor, el Formador. Posee los nombres más bellos. Lo que está en los cielos y en la tierra Le glorifica. Es el Poderoso, el Sabio. » (59:22-24). A Dios todas las criaturas regresan, y Él las hace responsables de sus obras, tanto buenas como malas, y luego son destinadas al Paraíso o al Infierno después de pasar del aterrador mundo del estado intermedio entre la muerte y la resurrección al Gran Día de la Resurrección.

Su Santidad, la gran penetración que se produjo en la civilización y los valores occidentales por parte de algunos escritores, historiadores, clérigos y revisionistas afiliados al sionismo, y sus falsas afirmaciones sobre la idea del Templo de Salomón y la doctrina de la Tierra Prometida por la que hoy se derrama injustamente sangre de inocentes, son mentiras y falsas desviaciones a las que se opusieron muchos clérigos y arqueólogos cristianos en sus investigaciones serias y objetivas, incluso los propios judíos. Citamos a modo de ejemplo sin limitarnos solamente a ellos, los siguientes: el arqueólogo israelí Israel Flintstein, académico de la Universidad de Tel Aviv, cuya opinión, que fue compartida por varios investigadores judíos y occidentales, decía que todas las excavaciones y exploraciones bajo el Monte del Templo, la mezquita de Al Aqsa y la mezquita de la Cúpula de la Roca no proporcionaron ni una sola evidencia de la autenticidad de la Tierra Prometida y la historia del Templo. Lo demostrado por un arqueólogo de la Universidad de Tel Aviv, el profesor Zaev Herzog, que participó en numerosas excavaciones y misiones arqueológicas en Jerusalén, Jericó y grandes zonas de Palestina, le llevó a llegar a una conclusión: “Ha llegado el momento de dejar de buscar algo que no existía”.

El rabino Ken Spiro, que trae a Jericó a estudiantes religiosos judíos de todo el mundo, también admite que la evidencia científica de la autenticidad de las historias judías sobre la Tierra Prometida es incompleta o casi débil. Estos hechos son confirmados por el Rev. Dr. Munther Ishaq, decano académico del Bethlehem Bible College y pastor de la Iglesia Luterana de la Natividad, en un importante libro titulado “La Tierra Prometida”. El arqueólogo irlandés-estadounidense John Dominic Crossan alcanzó las mismas convicciones sobre la conexión imaginaria entre la “promesa bíblica” y los hallazgos de una investigación arqueológica realizada en profundidad en Jerusalén y Palestina. Estos son algunos de los signos e indicadores que nos hacen, Su Santidad, resaltar la importancia de la equidad y la adhesión a los hechos históricos basados en la evidencia racional y lógica de que el pueblo de Palestina es un pueblo auténtico y tiene un derecho histórico. lo que les hace aferrarse a su tierra y defender su honor y sus Lugares Santos y justifica su adhesión a esa herencia cultural islámica. El cristiano en Jerusalén y Palestina se enfrenta a la ocupación que basa todas sus narrativas en argumentos y pruebas débiles que no tienen fundamento ni base para su validez.

Beatísimo Padre, las difíciles circunstancias humanitarias que atraviesa el pueblo palestino requieren que Su Santidad, desde un punto de vista humanitario y moral, intervenga para:

- Rechazar lo que les sucede a civiles inocentes en Palestina y Gaza, y resaltar la importancia de protegerlos lejos de los campos de batalla.

- Rechazar y condenar las violaciones inhumanas, incluida la destrucción de mezquitas, iglesias, escuelas, hospitales, centros de defensa civil, panaderías, centrales eléctricas, carreteras vitales, estaciones de agua, barrios residenciales seguros y proteger los refugios de la UNRWA para civiles desplazados.

- Levantar el injusto asedio impuesto al pueblo de Gaza, que continúa desde 2006 hasta ahora y poner fin al sufrimiento humano del pueblo palestino en general.

No enviamos este mensaje, Su Santidad, sin datos científicos e históricos y sin una visión que establezca los valores de la cooperación, el diálogo y la tolerancia. Nuestra visión es completamente acorde con la llamada de Cristo, la paz sea con él), al enfrentar la injusticia y la corrupción, junto con el enfoque del islam para lograr la paz, la justicia y la hermandad humana, Tenemos fe en el mensaje de los profetas, los reyes David y Salomón, la paz sea con ellos, así como la evidencia abrumadora del derecho del pueblo palestino a la tierra de Palestina. Estas convicciones y fundamentos nos preparan para el entendimiento y el diálogo entre culturas, civilizaciones y creencias en lugar de la agresiva visión unilateral que costó a la humanidad ríos de sangre y dejó secuelas psicológicas, sociales y materiales. La devastación, el miedo y la violencia se han extendido por amplias zonas del planeta, cortando los lazos de comunicación y acercamiento entre los pueblos y las culturas, lo que contradice el mensaje de Jesucristo y el mensaje de Muhammad, la paz sea con ellos, como sello de los mensajes celestiales de paz, amor, cooperación, y la arquitectura del universo.

 

Alabado sea Dios, Señor del Universo.

Jeque Dr. Ali Muhammad Al-Sallabi

Secretario General Adjunto de la Unión Internacional de Eruditos Musulmanes

07 Rabi’ Al-Akhir 1445 AH / 22 de octubre de 2023 AD

 


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